Maquinaria madera – un material viviente

Podemos decir sin exagerar que desde hace miles de años usamos la madera para ayudarnos a moldear el mundo a nuestro alrededor. Siendo esta flexible y resistente, desde el humilde palo hasta las elaboradas artesanías, siempre hemos contado con este material que crece literalmente del suelo. Y en su preparación nos valemos de toda clase de herramientas y maquinaria madera para adaptarla con precisión a nuestras necesidades.

Porque nadie nos impide agarrar una rama y empezar a modelarla con un cuchillo, y de hecho, si resulta estético y bien elaborado, se puede volver un medio de ganarse la vida a través del arte. Pero se necesitan instrumentos efectivos y capaces para todos los usos que se le da. Por ejemplo, como confección de muebles, juguetes, puertas, ventanas y viviendas, fabricación del papel, diversos propósitos en el sector industrial, y mucho más.

Pero antes de ponernos a dar martillazos, tenemos que saber que existen diferentes tipos de madera, cada una con sus propiedades particulares. Las duras y de mayor calidad son ampliamente solicitadas, con la desventaja de que crecen muy lentamente. Las suaves resultan de menor resistencia y susceptibles a imperfecciones, pero sus árboles se desarrollan a más alta velocidad.maquinaria madera

El primer paso para obtenerla es obviamente el talado, o quizás dejar que el árbol crezca. Pero después de eso, requiere someterse a un proceso de secado o expulsión de savia. Esto lo hace lo más inmune posible a los parásitos y plagas, que invaden el tejido fresco y verde, anidando y alimentándose de él.

Una vez que se tiene la materia prima en las mejores condiciones posibles, hay una gran cantidad de máquinas especializadas disponibles para el procesamiento. Ya sea convertirla en tablas, pelarla, limarla, chaparla, cortarla verticalmente, taladrarla, darle formas curvas o volverla tiras, entre otras cosas.

Gracias a ellas, y al ingenio humano que las creó, existe algo hecho de madera cumpliendo alguna importante función por donde sea que pasemos y miremos. Aunque reemplazable con metales o plásticos, es en buena medida ese regalo de la naturaleza, tan versátil y fácil de encontrar, que ha permitido a la humanidad, realmente, crecer y florecer.

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